En verano se dispara el consumo de alcohol, especialmente entre los más jóvenes. Las fiestas de los pueblos, las verbenas, el buen tiempo y las vacaciones, son factores que están estrechamente relacionados con el aumento de su consumo.

El alcohol es una droga depresora. Aunque tras su consumo se experimenta una fase de euforia (debido a su efecto desinhibitorio), se trata de una droga que deprime el Sistema Nervioso Central (SNC), y por lo tanto, enlentece el funcionamiento del cerebro.

Sus principales efectos son la sobrevaloración de facultades, la agresividad, la disminución de reflejos, y  la descoordinación motora y visión borrosa. También puede llegar a provocar el coma o incluso la muerte, tras la parálisis de los centros respiratorio y motor.

El abuso de alcohol tiene consecuencias a corto plazo, entre las que figuran el coma etílico, gastritis o vómitos, e incluso tumores digestivos. Y con el paso del tiempo, estas son mucho más serias, como cirrosis hepática, impotencia y pancreatitis, entre otras enfermedades graves.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) “el consumo de alcohol es un factor causal en más de 200 enfermedades y trastornos. Está asociado con el riesgo de desarrollar problemas de salud tales como trastornos mentales y comportamentales, incluido el alcoholismo, importantes enfermedades no transmisibles tales como la cirrosis hepática, algunos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares, así como traumatismos derivados de la violencia y los accidentes de tráfico”.

Conductas de riesgo

Pero el consumo de alcohol también tiene asociadas otras conductas de riesgo  muy peligrosas como la conducción bajo los efectos de algún tipo de bebida alcohólica.

¿Cómo afecta el alcohol sobre la conducción?

  • Disminuye el campo visual,
  • Disminuye los reflejos,
  • Aumenta el tiempo de reacción,
  • Se subestima el riesgo
  • Aumenta la dificultad para percibir el color rojo.

En España mueren 2.500 personas al año por conducir bajo los efectos del alcohol. Además de la cifra de fallecidos en accidentes de tráfico a causa de la ingesta de este tipo de bebidas, no hay que olvidar las lesiones graves derivadas de este tipo de siniestros.

La campaña “Este verano no pilles la mona”es una acción preventiva que forma parte de la “Campaña 12 lemas”, que desde hace ya más de un año se lleva a cabo por la UPCCA de la Mancomunitat, enmarcada en el Plan Comarcal de Drogodependencias y otras Conductas Adictivas.

Los objetivos principales del lema de junio son, entre otros, concienciar a la población sobre las consecuencias que el alcohol tiene en nuestro organismo, así como de los riesgos asociados al consumo.