Desde hace años sabemos que el verano es una época en la que no solo aumenta el consumo de alcohol, sino en la que además se dan los primeros consumos del mismo. La mayor disposición de tiempo libre, las ganas de socializarse, el contacto con viejas y nuevas amistades, la asistencia a ciertos eventos y/o el querer imitar la forma de pasarlo bien de los adultos, pueden fomentar estos consumos.

Conscientes del impacto que el consumo de alcohol puede tener sobre los adultos y más intensamente sobre los jóvenes, desde la UPCCA proponen fomentar el ocio proactivo como forma de desafiar un ocio reactivo ampliamente extendido que se vincula al consumo de alcohol. ¿Qué quiere decir esto?, pues que no solo tenemos la opción de sumarnos a la oferta de ocio que nos proponen ciertas amistades, empresas privadas y/o entidades públicas, sino que además podemos proponer lo que realmente nos apetece hacer y animar a nuestras amistades, familia y/o pareja a que se sumen.

Si nos acostumbramos a practicar la proactividad en nuestro tiempo de ocio nos acercaremos cada vez más a quienes somos realmente, a lo que nos hace disfrutar de forma genuina, sin necesidad de tener que renunciar a nuestras ideas, principios y valores para divertirnos o para que otras personas no nos pongan etiquetas negativas como “soso/a”, “aguafiestas”, “inmaduro”, etc. Para muchos/as jóvenes es importante sentirse aceptados/as, queridos/as y valorados/as por las personas que para ellos/as son significativas, pero eso no quiere decir que la única forma de conseguir este afecto y validación sea actuar de forma que pueden poner en riesgo su salud o ir en contra de sus principios.

A parte de respetarnos a nosotros/as mismos/as y hacer que nos respeten, otra consecuencia que obtendremos al tener un ocio proactivo es la de atraer a nuestra vida a personas afines a nosotros/as con las que poder desarrollar nuevos planes para nuestro tiempo libre.

¿Puede haber un verano divertido sin necesidad de consumir alcohol? Por supuesto que sí, pero nadie debería decirte cómo tiene que ser, debes descubrir tú qué es lo que te motiva, qué es lo que hace que el tiempo se te pase volando y cuando recuerdas esa experiencia te sientes satisfecho/a por haber tenido la oportunidad de vivirla.